El 8 de enero de 1941, a la edad de 83 años Robert Baden Powell fallece. Fue enterrado en una sencilla tumba en Nyeri con vista al Monte Kenya. En su lápida se leen las palabras “Robert Baden-Powell, Jefe Scout del Mundo” coronadas por las insignias de los Boy Scouts y de las Guías Scout.
Baden Powell preparó un mensaje de despedida para sus Scouts que debería ser publicado después de su muerte. Su recomendación de “intente y deje el mundo un poco mejor de cómo lo encontró” es tan relevante, inclusive más, hoy y continúa inspirando a los jóvenes de todo el mundo.
ÚLTIMOS MENSAJES DE BP
A LOS SCOUTS
Si alguna vez han visto la obra de “Peter Pan”, recordarán cómo el jefe de los piratas estaba siempre haciendo su último discurso de despedida por temor de que, posiblemente, cuando llegara la hora en que habría de morir, no fuera a tener tiempo para darlo a conocer. Así me sucede a mí, y aún cuando no me estoy muriendo en este momento, ésto tendrá que suceder uno de estos días, y deseo decirles una palabra de despedida. Recuerden: esta es la última que oiréis de mí, por lo tanto, medítenla.
He tenido una vida muy dichosa, y deseo que todos ustedes tengan también vidas muy dichosas. Estoy convencido de que Dios nos ha puesto en este mundo maravilloso para que seamos felices y gocemos de la vida. Pero la felicidad no proviene simplemente de la riqueza, ni de tener éxito en la carrera, ni dándose uno gusto a sí mismo. Un paso hacia la felicidad es hacerse uno sano y fuerte cuando niño, para poder ser útil y así poder gozar de la vida cuando se es hombre. El estudio de la naturaleza les enseñará cómo Dios ha llenado de cosas bellas y maravillosas este mundo para que lo puedan gozar.
Estén satisfechos con lo que les haya tocado y saquen de ello el mejor partido que puedan. Vean siempre el lado bueno de las cosas y no el malo. Pero la verdadera manera de obtener la felicidad es haciendo felices a los demás. Traten de dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontraron; de ésta manera, cuando les llegue la hora de morir, podrán hacerlo felices porque, por lo menos, no perdieron el tiempo e hicieron cuanto les fue posible por hacer el bien.
“Esten Listos” en ésta forma, para gozar de una vida dichosa y morir dichosos: aférrense a su Promesa Scout siempre, aún cuando hayan dejado de ser muchachos. Que Dios los ayude a hacerlo así.
Su amigo,
Baden Powell
A LAS GUÍAS SCOUTS
“Mis queridas Guías: Esta es exactamente una nota de despedida para ustedes la última que tendrán de mi.
Es simplemente para recordarles, cuando yo ya no esté, que su propósito en la vida es ser felices y hacer felices a los demás. Esto suena cómodo y fácil, ¿no es así?. Uno comienza a hacer felices a otras personas haciéndoles buenas acciones. No necesitan preocuparse de ser felices ustedes mismas, ya que pronto se darán cuenta de que eso viene por añadidura. Cuando uno hace felices a otras personas, lo hace feliz a uno también. Más tarde, cuando tengan su propio hogar, haciéndolo alegre y jovial harán de su marido un hombre feliz. Si todos los hogares fueran alegres y joviales, habría menos bares y los hombres no querrían ir a ellos sino quedarse en casa. Esto puede significar trabajo duro para ustedes pero traerá su propia recompensa. Luego, si conservan a sus hijos sanos, limpios y ocupados, ellos serán felices. Niños felices adoran a sus padres. Y no hay nada que les dará mayor placer que un niño amoroso.
Estoy seguro de que Dios quiere que seamos felices en esta vida. Nos ha dado un mundo donde vivir que está lleno de bellezas y maravillas, y nos ha dado no solo ojos para ver, sino mente para entenderlas, si tan siquiera tenemos sentido para verlas de esa manera. Podemos disfrutar del brillante sol y gloriosos paisajes. Podemos ver la belleza en los árboles y las flores. Podemos observar maravillados cómo la semilla produce la joven planta que crecerá en flor, la cual a su vez reemplazará a otras flores que se han marchitado. Porque, aunque las plantas como las personas, mueren, su especie no desaparece. sino que nacen y crecen otras para llevar adelante el plan del Creador. Así es que, como ven ustedes las mujeres son las servidoras escogidas por Dios en dos maneras:
Primero, para conservar la raza, para traer niños a este mundo que reemplacen a los hombres y mujeres que se han ido. Segundo, para traer la felicidad a este mundo haciendo hogares felices y siendo ustedes mismas buenas y alegres camaradas para sus esposos e hijos.
Y es allí donde ustedes, como Guías, encajan especialmente. Siendo un “camarada” o sea al tener interés en el trabajo y las aspiraciones de sus esposos. Les podrán ayudar con su comprensión y sugerencias y ser una guía para él. También, al educar a sus hijos. fortaleciendo y adiestrando sus mentes y caracteres. así como sus cuerpos y su salud, ustedes los estarán consagrando al mejor uso y disfrute de la vida. Al dar amor y felicidad de esta manera, ustedes ganarán para si mismas el amor correspondido de su marido e hijos y no hay nada mejor en la vida.
Encontrarán que el paraíso no es una clase de felicidad en algún lugar del cielo después de que mueran, sino que está aquí y ahora, en este mundo, en vuestro propio hogar. Así que guíen a otros a la felicidad y ustedes tendrán felicidad para si mismas, y al hacerlo harán lo que Dios desea de ustedes”.
Que Dios las acompañe.
Baden Powell
A LOS GUÍAS DE PATRULLA
“Deseo que vosotros, Guías de Patrulla, adiestréis totalmente a vuestras patrullas, pues os es posible tomar de cada uno de los muchachos de ellas y hacerlos de provecho. No basta con tener uno o dos muchachos sobresalientes y que el resto no sirva para nada. Debéis tratar que todos sean buenos. El paso más importante en este sentido es vuestro propio ejemplo, pues de lo que vosotros hagáis, serán los que hagan vuestros scouts. Recordad que debéis guiarlos y no tan solo impulsarlos.”
Estas palabras, dedicadas por nuestro fundador a los guías de patrulla, en cierta forma engloban el papel preponderante que debe cumplir este scout dentro de lo que es el Gran Juego del Escultismo. Todo el mensaje de B.P. gira en torno a uno de los puntales más importantes que tiene nuestro Movimiento: el ejemplo. No se trata de un ejemplo superficial o pasajero, sino que significa ser un ejemplo viviente del Ideal Scout. La misión del guía de patrulla no es fácil. Es una tarea que requiere de nuestro mayor compromiso y responsabilidad, de adquirir conocimientos y ponerlos en práctica, de estar Siempre Listos al servicio y de llevar una conducta en donde se resuma el dominio de sí mismo, de abnegación, franqueza, energía y principalmente de vivir la Fe, y hacemos hincapié en este punto porque esta es la base que si de la cual no partimos, todo el trabajo posterior que llevemos a cabo sería inútil.
El guía de patrulla que vive su Fe tiene sobre sus scouts una influencia mucho más grande. Si él está convencido, no tendría miedo de hablar a los scouts del Gran Jefe y de su Ley. Al contrario, si su Fe no está asentada y no está sino recubierta de una frágil capa de pintura de piedad exterior, sus muchachos serán los primeros en percibirlo. Sólo una vida religiosa comprometida, que camina con el Gran Jefe adentro, elevará el nivel de su misión y del ejemplo. ¿Y cómo lograr todo esto? La respuesta es simplemente viviendo la Ley. El guía de patrulla será un compañero de viaje que participa de las alegrías y fatigas de la patrulla, de sus satisfacciones y penas, franqueando con ella los pasos difíciles. Es preciso que el guía sea sencillamente un Hermano Mayor.
Baden Powell.
A LOS ROVERS (Unidades Mayores)
Como Rover, además de convertirte en un hombre más cabal, y un mejor ciudadano, eres, aunque no lo sepas, visto con admiración por los chicos de tu Grupo Scout y de tu vecindario. Los muchachos son sorprendentes imitadores, y uso la palabra “sorprendentes” a sabiendas porque nos llena de sorpresa saber cuanto provecho o cuánto daño podemos hacer a los chicos con el ejemplo que damos. Así es que, como Rover Scout o un muchacho mayor entre tus hermanos menores, tienes una responsabilidad sobre tus hombros que al principio no te darás cuenta. Puedes estar guiando a un muchacho hacia lo bueno o lo malo de acuerdo con lo que hagas o digas.
“Ser bueno es noble, pero enseñar a otros a ser buenos es mucho más noble y mucho más fácil”. Eso decía Mark Twain, pero estoy dudoso acerca de la última frase, ya que el enseñar es más a través del ejemplo; así que debes tener cuidado. Ten cuidado, sino por ti, por tu ejemplo. Verás que tienes aquí una tremenda oportunidad, si quieres usarla para hacer mucho a bien a tus hermanos más jóvenes. Puedes marchar con la línea de conducta a seguir con tu propio comportamiento en la dirección de la alegría, la amistad y la vida recta y el hablar correcto.
Por lo que toca a los que ya son miembros de la Hermandad Scout, y de otros también, debo destacar la posibilidad y la necesidad de “servicio” en el ambiente diario de la vida del Rover Scout y señalar que el Rover debe siempre tratar de aplicar primero sus ideales en la vida diaria. Esto me parece la mejor corona de la experiencia del Escultismo, mejor que mandar a un muchacho a buscar campos especiales donde funcionar. Así yo espero que consolidaremos todo lo que está detrás del Escultismo y enfatizaremos lo que realmente deseamos, que es traer los ideales del Escultismo a nuestra vida diaria, y así atraer a otras personas que sean tocadas por su magia, y ayudadas por sus ideales.
La felicidad es tuya, si sólo remas tu propia canoa correctamente. Con todo mi corazón deseo éxito y el deseo Scout: Buen Acampar.
Baden Powell.
A LOS SCOUTERS (Guiadoras y Dirigentes)
Queridos Hermanos Scouters:
Cecil Rhodes dijo al final de su vida (y yo a mi vez creo en esa verdad): “Tanto que hacer y tan poco tiempo para hacerlo”. Nadie puede esperar a ver la consumación, así como el comienzo, de una gran aventura, en el corto espacio de una vida.
Yo he tenido una experiencia extraordinaria al ver el desarrollo del Escultismo, desde su inicio hasta la etapa presente. Pero hay una vasta tarea por delante. El Movimiento está solo comenzando. (Cuando hablo de Escultismo me refiero también a las Guías).
La parte que puedo reclamar como mía en la promoción del movimiento, es la de haber tenido tanta suerte en encontrarlos a ustedes, hombres y mujeres, para formar un grupo del temple adecuado en el cual puede confiarse en llevarlo hasta la meta. Harán bien en mantener los ojos abiertos, a la vez, para buscar sucesores dignos a quienes ustedes, confiadamente, puedan entregar la antorcha.
No permitan que llegue a ser una organización asalariada: consérvenla como un movimiento voluntario, de servicio patriótico.
El Movimiento ya se ha establecido en el relativamente corto período de su existencia, sobre una base amplia y fuerte, muy alentadora de lo que podrá llegar a ser en los años venideros.
Su meta es formar ciudadanos sanos, felices y serviciales, de uno y otro sexo, para erradicar el estrecho egoísmo prevaleciente, personal, político, sectario y nacional, sustituyéndolo por un más amplio espíritu de auto sacrificio y de servicio a la causa de la humanidad; para así desarrollar buena voluntad y cooperación mutuas, no sólo dentro de nuestro propio país, sino en ultramar, entre todos los países.
La experiencia demuestra que esta realización no es ociosa ni un sueño fantástico, sino una posibilidad práctica -si trabajamos por ella; y querrá significar, cuando la alcancemos, paz, prosperidad y felicidad para todos.
La “promesa alentadora” está en el hecho de que los cientos de miles de muchachos y muchachas que están aprendiendo hoy nuestros ideales, serán los padres y las madres de millones en un futuro cercano, cuando ellos a su vez imbuirán los mismos ideales -“siempre que sean inculcados inequívoca y verdaderamente en ellos, por sus dirigentes actuales”.
Por lo tanto, ustedes, como Dirigentes y Guiadoras, no solamente están haciendo un gran trabajo por los hijos de los vecinos, sino que también están ayudando de manera práctica a realizar el Reino de Dios, de paz y buena voluntad, en la tierra.
Así, en el fondo de mi corazón, les deseo Buena Suerte en vuestro empeño.
Baden Powell.
A SU ESPOSA LADY OLAVE
Querida Dindo:
No sé si mi debilidad creciente e inexplicable de las últimas semanas significa el principio del fin para mí, pero si es así no me importa personalmente es sólo una cosa natural. Ha llegado el momento de irme de esta vida.
He tenido una vida extraordinariamente feliz, muy especialmente durante estos últimos veintisiete años, que los has hecho gloriosos y afortunados para mí. No creo que he desperdiciado mucho de mi tiempo mientras viví. Es bueno pensar que además de mi acendrado militarismo, nuestros esfuerzos por los muchachos y las niñas han tenido éxito más allá de lo esperado. Es bueno sentir que nuestros hijos están todos casados, felices y establecidos en la de vida.
El mundo ha sido muy bueno conmigo y de algún modo lamento dejarlo con todo lo que tiene de interesante, pero ha llegado al punto en que no puedo ser más útil que como observador, así que es correcto que me vaya.
Pero lo que es más para mi que todo el mundo, eres tú, mi amor. El hecho de tener que dejarte es el dolor que más me obsesiona -no sólo por mi mismo, sino especialmente debido a que significará un terrible quebranto en tu propia vida. Una cosa que me tranquiliza es que tú eres tan razonable que lo verás en su justa proporción, como una cosa natural que tiene que suceder, y te enfrentarás a la prueba con valentía durante un corto trecho, hasta que el tiempo sane la herida.
Me agrada pensar que tienes la mejor manera de consolarte ante ti, en forma de trabajar bastante con las Guías. También tienes el gran amor de tus hijos y sus hijos, que te ayudará.
Tu pena será el único remordimiento que tendré al morir; si supiera que no te dejas llevar demasiado por la tristeza, moriría tranquilo, mi D.
Tu Bin.
Baden Powell
AL PUBLICO EN GENERAL
Queridos amigos:
Mi vida ha sido intensamente feliz, no sólo en mi propio círculo hogareño, sino también en el mundo fuera de él. Me gustaría, antes de que me vaya, decir cuán agradecido estoy a cientos -si no miles- por las atenciones que han tendido conmigo.
Esta buena voluntad no ha estado limitada solamente a mis compatriotas, ya que hombres de otras nacionalidades me han brindado su amistad de la misma forma. Esto se debe, no a algo que yo haya hecho por ellos, ya que en muchos casos ellos han sido totalmente extraños para mí; sino que ha sido la expresión, por su parte, de la bondad de sus caracteres. Esto ha ayudado mucho para hacer que mi vida haya sido tan dichosa, y por esa razón espero que este mismo espíritu de bondad sea inculcado y desarrollado aún más en la próxima generación, para que más vidas sean más felices, y la práctica, no sólo el precepto, del ideal cristiano de paz y buena voluntad entre los hombres, llegue a generalizarse.
Viendo hacia atrás una existencia de más de ochenta años, me doy cuenta de lo corta que es la vida y de lo poco que valen la ira y la lucha política. La cosa más importante es empeñarse y poner un poco de felicidad en la vida de otros.
Sinceramente vuestro,
Baden Powell